martes, 2 de diciembre de 2014

La clase del fin del mundo

La clase del fin del mundo es un juego diseñado para formar estrategias de adaptación y sensibilizar a los participantes(profesores y/o facilitadores) a la importancia de estar atentos al estado motivacional y contexto del aula, para responder adaptando su sesión a las circunstancias que se presenten.

La premisa es plantear una situación problema compleja y absurda en la que el participante debe replantear su sesión de clase planificada(para esto, se le dice a los participantes que preparen una clase previamente ,pobres almas en desgracia!); la tarea consiste  en cumplir el logro de la sesión y tratar de salvar los contenidos de la misma, reestructurandolos a una clase de acuerdo a las circunstancias.

Quien dirige la dinámica toma el rol del Dr. Murphy quien se encargará de plantear las situaciones problema y de ir acercándose a los grupos a plantear los nuevos problemas a medida que avanza la dinámica, manejando siempre la premisa: "todo lo que pueda salir mal, saldrá mal".
La idea inicial es partir al aula en 4 grupos(máximo) en los que se nombra a:
1 facilitador
1-3 Líderes negativos
0-2 Potenciales líderes positivos
La variedad responde al tamaño del grupo y al nivel de dificultad que considere quien dirige el taller; como una regla general debe haber por lo menos la mitad +1 de estudiantes regulares.

La tarea del facilitador es dictar la sesión de clase en las condiciones complejas y que los "estudiantes" cumplan con los objetivos de la sesión(los resultados se medirán de acuerdo a una evaluación previamente diseñada o a una estrategia de evaluación propuesta in situ y aprobada por el Dr. Murphy). Si se cumple el logro de la sesión el facilitador recibe 6 puntos, si se cubren todos los contenidos el facilitador recibe 8 puntos (2 puntos/objetivo específico).
El facilitador llega con su clase preparada y debe adaptarla en cinco minutos a la situación planteada por el Dr. Murphy, luego debe iniciar a dictar una vez que se hayan repartido los roles de los demás miembros del grupo.

El(los) líder(es) negativo(s) deben tratan de reenfocar en los puntos negativos que de alguna manera interfieren con la sesión y llevar el enfoque de sus compañeros hacia estos puntos frenando el avance de la sesión.(a más lideres negativos, más dificultad).
El(los) potencial(es) líder(es) positivo(s) se comportarán como estudiantes regulares hasta que se presente una oportunidad de contra-argumentar contra un líder negativo o reforzar un concepto de la sesión, llegado este punto si el facilitador reconoce y refuerza el líder positivo, a partir de ese momento el líder debe reforzar positivamente las actividades del facilitador, Si el facilitador identifica correctamente a los líderes positivos y los utiliza para potenciar la efectividad de la sesión recibe 4 puntos(2 puntos/líder identificado).

Una vez ya iniciado el trabajo con los grupos es importante que el Dr. Murphy se pasee revisando cómo avanza la sesión e ir incrementando la dificultad de la tarea a medida que avance la sesión, es importante que los retos sean parejos y no se propongan más retos para un grupo que otro.
Eventualmente(pero antes de la mitad del avance) se puede sacar a un participante de un grupo y llevarlo a otro grupo(Dr. Murphy debe proponer una explicación verosímil a este cambio, pero su plausibilidad esta relacionada al absurdo del problema, así que tiene carta blanca), esto incrementa la dificultad de la tarea, pero presenta retos interesantes, considerar tomar esta medida si vemos que un facilitador esta yendo bastante bien y la tarea parece no ser lo suficientemente retadora.

Finalmente se cierra la sesión, se califica y se reflexiona sobre lo aprendido y los retos que la sesión presentó.

Si bien aún existen puntos a aclarar acerca de cómo esto se instrumentalizaría en un taller a facilitadores, la propuesta de la dinámica es simplemente adaptarse a una situación de clase en la que todo lo que puede salir mal, sale mal.

El sábado jugué a la clase del fin del mundo y pense: "This is totally going in my blog!".

No jugué porque practiqué la dinámica con otros facilitadores o conmigo mismo, sino tenía un taller con facilitadores y me vi en la situación en la que las premisas de la sesión planteada se fueron modificando poco tiempo antes del inicio del taller mismo. Es decir, me enfrenté a mi propia Clase del fin del mundo.

Para ponerlos en perspectiva:

El aula no estaba dispuesta de la manera acordada.
El coffee break parecía estar descoordinado.
Mis co-facilitadores no pudieron asistir por motivos de fuerza mayor(sucede).

Las dos primeras se resolvieron fácilmente, tuve la suerte de tener un ángel guardián que me ayudó a detectar el problema del coffee, con lo que se pudo solucionar antes del inicio del taller y junto con unos de mis estudiantes acomodamos las carpetas lo mejor que se pudo (tuvieron que quedar carpetas sobrantes amontonadas en la parte de atrás).

La tercera representaba el mayor reto, por suerte en temas de contenido el taller estaba dentro de mi alcance, los contenidos y dinámicas que dictarían mis co-facilitadores podían ser dictadas por mi, sin embargo, las dinámicas estaban diseñadas para una estructura de trabajo diferente a lo que teníamos planeado y el tiempo era un factor importante de manejar para no dejar de revisar los contenidos.

No entraré en detalles de qué técnicas modifiqué, qué dificultades se presentaron y qué oportunidades se aprovecharon, una disección del taller del sábado probablemente me ayude a aprender cómo aplicar mejor ciertas técnicas, pero me parece que ese no es el aprendizaje principal de la Clase del fin del mundo.

Tengo la firme creencia que si el logro de la sesión se cumplió y si pudimos tocar con el suficiente detalle cada uno de los contenidos, generando el aprendizaje significativo que esperabamos del taller; fue gracias a la interacción con mis estudiantes, la disposición al aprendizaje que mostraron y lo motivados que estaban para tener un taller exitoso.

Manejamos retos cognitivos altos que los retaron durante buena parte de la sesión; cuando sentíamos que la energía bajaba, cambiábamos la actividad y como cada dificultad era vista en términos del tema a tratar, ningún tema era tabú.

La premisa de la clase del fin del mundo era que mis planes iban a cambiar una y otra vez a lo largo de la sesión(sea porque algo simplemente fallaba o porque alguna condición requería que adapte la técnica planeada), sin embargo buena parte de los cambios vinieron de aprovechar las oportunidades que mis estudiantes me dieron para reforzar o generar metáforas que refuercen el tema.
Las dudas que tenían se convertían en espacios de intercambio, sus incomodidades se volvían oportunidades para motivarlos, sus ideas previas del tema se volvían nuestras bases para la construcción del concepto, muchas veces no necesitábamos revisar las diapositivas.

Si tuviera que resumir mis aprendizajes sobre la clase del fin del mundo tendría irían así:
  • Respiren, tómense un segundo para dejar entrar oxígeno a su cuerpo, tomen calma antes de la acción, les permitirá reaccionar mejor y pensar más rápido.
  • Empoderen a sus estudiantes, sean sinceros con ellos, si están en la clase del fin del mundo los estudiantes saben que algo anda mal, háganlos conscientes al problema, así con ayuda de buenos líderes serán partícipes de la solución.
  • Si A no funciona, pasen a B, luego a C, luego a D; tengan varios estilos de aproximación a un problema y sean lo más versátiles que puedan.
  • Escuchen y observen a la audiencia, si esto no es ya un eje de su estilo de enseñanza, luego de la clase del fin del mundo lo será; si somos ciegos a lo que el estado anímico de los estudiantes nos dice, no sabremos dar respuesta a las necesidades del aula; si somos sordos a nuestros estudiantes, no somos más que transmisores de información, en el fin del mundo eso no sirve.
  • Respiren nuevamente, una vez más y ya considerado todo; reencuentra tu motivación y lanzate, el miedo guarda algo de silencio luego que uno respira con calma.
El empoderar a los estudiantes probablemente fue la mejor idea, me ayudó a que ellos tomaran un rol mucho más participativo en el aula, saco a relucir los muchos líderes positivos que tenía en el aula y que hicieron de la sesión el intercambio genial que fue, todos aprendimos mucho.
Eventualmente espero poner en práctica la dinámica de "La Clase del fin del mundo"(sobretodo para los facilitadores que estuvieron conmigo el sábado) y cuando eso sea posible, espero poder compartir estos aprendizajes de forma vivencial.

Pero si se enfrentan alguna vez a una verdadera clase del fin del mundo, respiren...

No hay comentarios: