I'm in the sky when I`m on the floor
The world's a mess and your my only cure...
Se disipan los humos que vienen del techo, de entre la luz de mi cuarto, de mi habitación,
la pared envegecida cae a pedazos, trozos amarillos llenan en piso y despiertan,
despiertan a las arañas que caminan hacia mi, que me cubren, que me acarician
junto al humo del techo, como nubes de vapor, en envuelven junto a las telarañas
je parle, je crie, je pleure.
Los metales negros de mi ventana, de mi celda, despiertan
bailan para mi, se acercan y se alejan, tiemblan y viven
las arañas levantan los discos en el piso, los discos bailan
giro en el humo, en la nube, en la tela, en las serpientes barras de mi celda
je danse, je flotte, je vole.
There's no time for me to act mature
The only words I know are "more, more" and "more"
En mi cama de sangre nadan las arañas, nadan las serpientes
nadan entre flores de loto negras y brillantes, como estrellas de antimateria
absorviendo la nada, nadando mis serpientes, floto sobre el mar carmesí
los humos me sostienen, las telarañas me balancean
uno... dos... se balanceaban...
je me balance, je regarde le sang, je veux sauter.
Las escucho quebrarse, romperse poco a poco bajo mi peso
rasgarse con el humo, abrirse poco a poco, dejandome flotar sobre el mar de sangre,
sobre el mar de sangre, serpientes, arañas, flores de loto, antimateria
bajo el humo que sale de la luz de mi celda
poco a poco lo veo menos, poco a poco me voy sumergiendo
je flotte, je nage, je me noie.
There's no fear when I'm in my room
It's so clear and I know just what I want to do
All day bedroom dancing
To you I wanna say You're my thing
fulano letal
viernes, 18 de abril de 2008
lunes, 25 de febrero de 2008
en la mira
te puse en la mira al subir, me gustaste un poco, no me tienes que gustar para que te observe, pero tu me gustaste
pensé mirarte desde lejos -como es mi costumbre- pero no podia, era el unico parado en el micro y el señor sentado detras de ti se fue, no podia no sentarme, el señor cobrador no me lo pidio, pero me esperaba un viaje largo, tuve que sentarme detras de ti y perder la distancia que tanto me proteje
entonces ya no podía observarte, me sentía desnudo tan cerca tuyo, hice lo que pude para protegerme sin mi amada distancia, me puse los lentes oscuros, me puse los audifonos, no podía prestarte atención, debía pensar otra cosa, escuchaba la música que venía de Eneo -el celular-, mientras trataba de no verte, lo logré
sé que lo logré porque sumergido en la música -sin darme cuenta- me apoyé en la parte de atrás de tu asiento, lo hice sin miedo y sin conocimiento alguno de que ibas a apoyarte en mi brazo -sin intención tuya de que fuera en mi brazo donde te apoyaras-
pero así como lo logré así me destruí, en el instante en que tu cabeza tocó mi brazo te volteaste a verme, me miraste sorprendida, como si recién, recién, hubieras notado mi existencia
la piel de mi espalda se contrajo, mi cara perdió color, sonreiste y volviste a tu conversación, comencé a sudar frío, mis manos temblaban tratando de pasar a otra canción, rogándole a Eneo que por favor suene, que alguien me llamé para hablar, para que pueda estar ocupado y no tenga que estar presente en el bochorno que se había vuelto mi cuerpo
no pasó, nadie llamó
una chica vestida de amarillo entro en el bus vendiendo helados, tu amiga y tú compraron dos, uno para cada una
comenzaron a comerlo, mientras reían, ¿se reirían de mi?, del chico nervioso que nos mira, se dirían con los ojos, entonces pasó, tu amiga se volteó a mirarme, me miraba con los ojos entre cerrados mientras mordía su helado, me miraba atentamente pero se burlaba de mi, no me quitaba los ojos de encima, y yo sabía, sabía, sé, que fui descubierto
quise irme, quise huir, lanzarme por la ventana, rogarle al conductor que choque el bus y acabe con mi suplicio
trate de mirar en otra dirección, no pude, la miraba y ella me miraba, temí, traté de sonreir, un gesto amorfo se formó en mi rostro y me salvaste
llamaste su atención sobre alguna nimiedad y me dejó de ver, aproveché la distracción y me fui
fui y cuando bajé no pude dejar de mirar el bus irse
fui a mi casa a sumergirme y traté de ver un poco más adentro
por un observador empedernido que fue observado
pensé mirarte desde lejos -como es mi costumbre- pero no podia, era el unico parado en el micro y el señor sentado detras de ti se fue, no podia no sentarme, el señor cobrador no me lo pidio, pero me esperaba un viaje largo, tuve que sentarme detras de ti y perder la distancia que tanto me proteje
entonces ya no podía observarte, me sentía desnudo tan cerca tuyo, hice lo que pude para protegerme sin mi amada distancia, me puse los lentes oscuros, me puse los audifonos, no podía prestarte atención, debía pensar otra cosa, escuchaba la música que venía de Eneo -el celular-, mientras trataba de no verte, lo logré
sé que lo logré porque sumergido en la música -sin darme cuenta- me apoyé en la parte de atrás de tu asiento, lo hice sin miedo y sin conocimiento alguno de que ibas a apoyarte en mi brazo -sin intención tuya de que fuera en mi brazo donde te apoyaras-
pero así como lo logré así me destruí, en el instante en que tu cabeza tocó mi brazo te volteaste a verme, me miraste sorprendida, como si recién, recién, hubieras notado mi existencia
la piel de mi espalda se contrajo, mi cara perdió color, sonreiste y volviste a tu conversación, comencé a sudar frío, mis manos temblaban tratando de pasar a otra canción, rogándole a Eneo que por favor suene, que alguien me llamé para hablar, para que pueda estar ocupado y no tenga que estar presente en el bochorno que se había vuelto mi cuerpo
no pasó, nadie llamó
una chica vestida de amarillo entro en el bus vendiendo helados, tu amiga y tú compraron dos, uno para cada una
comenzaron a comerlo, mientras reían, ¿se reirían de mi?, del chico nervioso que nos mira, se dirían con los ojos, entonces pasó, tu amiga se volteó a mirarme, me miraba con los ojos entre cerrados mientras mordía su helado, me miraba atentamente pero se burlaba de mi, no me quitaba los ojos de encima, y yo sabía, sabía, sé, que fui descubierto
quise irme, quise huir, lanzarme por la ventana, rogarle al conductor que choque el bus y acabe con mi suplicio
trate de mirar en otra dirección, no pude, la miraba y ella me miraba, temí, traté de sonreir, un gesto amorfo se formó en mi rostro y me salvaste
llamaste su atención sobre alguna nimiedad y me dejó de ver, aproveché la distracción y me fui
fui y cuando bajé no pude dejar de mirar el bus irse
fui a mi casa a sumergirme y traté de ver un poco más adentro
por un observador empedernido que fue observado
lunes, 21 de enero de 2008
ni para llamar por telefono
Cuando me desperte por primera vez estaba acorralado por mis hermanos, iguales a mi, en un cilindro que nos rodeaba y unía de forma tan ceñida que el movimiento era imposible.
No conocia nuestro orden de nacimiento hasta aquel momento en el que la señorita, elegantemente vestida, rompió el cilindro y contó: "ciento trinta y uno, ciento treinta y dos, ciento treinta y tres soles, señor, gracias por preferir nuestro servicio".
Una mano sudorosa me tomo junto a mis dos hermanos mayores y reflejando la luz sobre nuestros plateadas superficies fuimos a pasar con el resto de dinero en un espacio de cuero que se sumio en la oscuridad al poco tiempo de que entramos.
A las pocas horas fui extraido del lugar de cuero, "tu pasaje" dijo el hombre de la mano sudorosa, pase de la mano sudorosa a una mano pequeña, pequeña amarilla mano, que me metio, junto a un primo del mismo tamaño, en un bolsillo blanco transparente en el lado izquierdo de su camisa.
"¡Que chevere, esta nuevecita!" susurró mientras me sacaba del bolsillo y me miraba anonadado. me daba vuelta sobre su mano, viendo la cara y el sello, cuando cruzó la puerta de su casa su mamá le advortio que mirara la pista y que guarde su plata, asi lo hizo.
Ya en el bus me volvió a sacar para seguirme viendo, cuando se acerco un hombre con otra mano sudorosa el niño de la mano amarilla saco a mi primo y lo puso en la sudorosa mano con un apendice negrusco en la uña crecida del dedo pequeño.
El hombre sudoroso, todo él ahora sudoroso, sacó de un estuche de cuero colgado de su cintura, el que sonaba como miles de primos míos, a uno muy parecido a mí, pero más pequeño, lo puso en la mano del niño, en la mano del niño que no me tenía, y se fue.
El niño miró al más pequeño unos momentos, le dio unas vueltas sobre su palma y lo guardó en el bolsillo blanco transparente de donde habia sacado a mi primo. Me siguió mirando hasta que tuvo que bajar del bus.
"No la voy a gastar hasta que tenga una más nueva, ¡mira cómo brilla!" Le dijo a otro niño haciendo reflejar al sol sobre mí. El otro niño me miraba embelezado. "Yo tenía un ferro que tambien brillaba, pero nunca una luca ¡qué chevere!"
Un niño grueso los miraba desde una banca al medio del patio, sonrió al verme brillar, el lunar al lado de su boca se torno malevolo, se paró, corrió hasta los niños y tomó su pequeña mano entre su mano sudorosa. "¡Dame!" gritó.
El niño gordo me puso en su negra mano sudorosa, me daba vueltas sobre su palma, luego me metió en un bolsillo negro, en su pantalón, mientras se alejaba del niño que lloraba en el suelo. El amigo del ferro brillante lo consoló hasta que la campana sonó.
Durante horas estuve metido en el sudoroso bolsillo del niño, podía sentir el calor de sus piernas en mi, podia sentir como se iba mojando todo al rededor mientras el tiempo pasaba, mientras el niño escuchaba clase, mientras jugaba fútbol, mientras le pegaba a otros niños.
Al momento que la campana sonó el niño grueso me sacó de su bolsillo, me miró sorprendido y se acerco al niño de la mano amarilla. "Ya no brilla, toma tu moneda, ya no la quiero". El niño de la mano amarilla me comenzó a dar vueltas sobre su palma mientras lloraba, triste, furioso.
Cerró su mano sobre mi y me lanzó con todas sus fuerzas, caí en la pista y rebote, una, dos, tres veces, entonces me quede ahí, inerte, ahora amarillo, sin poder reflejar el sol para que alguien me viera y m recoja, el sudor del niño grueso me había hecho invisible.
Durante días los autos pasaban sobre mí, me aplastaban, me arrastraban poco a poco, me sentia cada vez más plano y más amplio. A veces me daban por un costado y me hacían saltar más cerca o más lejos de la acera, hasta que un buen día un bus me hizo saltar y caer en la vereda, rebote una, dos y tres veces otra vez, el piso duro de la vereda me hizo sonar metalicamente. Un niño que reía mientras pateaba una botella, me escuchó rebotar y me recogió con una sonrisa en los labios.
Fue corriendo donde una señora que vendía unos tubos fríos y de colores. "Deme un marciano de fresa, seño", dijo en niño. Me puso en la mano de la señora mientras mientras con la otra mano recibía un tubo rosa.
La señora me dió vueltas en su palma arrugada sin soltar el tubo, llamado marciano. "Lo siento papito", dijo la señora mientras me devolvía al niño y le quitaba al niño el tal marciano, "esa moneda no sirve ni para llamar por teléfono, trata de pasarla en otro lado".
Escrito por una moneda que tampoco sirvió para comprar un café
No conocia nuestro orden de nacimiento hasta aquel momento en el que la señorita, elegantemente vestida, rompió el cilindro y contó: "ciento trinta y uno, ciento treinta y dos, ciento treinta y tres soles, señor, gracias por preferir nuestro servicio".
Una mano sudorosa me tomo junto a mis dos hermanos mayores y reflejando la luz sobre nuestros plateadas superficies fuimos a pasar con el resto de dinero en un espacio de cuero que se sumio en la oscuridad al poco tiempo de que entramos.
A las pocas horas fui extraido del lugar de cuero, "tu pasaje" dijo el hombre de la mano sudorosa, pase de la mano sudorosa a una mano pequeña, pequeña amarilla mano, que me metio, junto a un primo del mismo tamaño, en un bolsillo blanco transparente en el lado izquierdo de su camisa.
"¡Que chevere, esta nuevecita!" susurró mientras me sacaba del bolsillo y me miraba anonadado. me daba vuelta sobre su mano, viendo la cara y el sello, cuando cruzó la puerta de su casa su mamá le advortio que mirara la pista y que guarde su plata, asi lo hizo.
Ya en el bus me volvió a sacar para seguirme viendo, cuando se acerco un hombre con otra mano sudorosa el niño de la mano amarilla saco a mi primo y lo puso en la sudorosa mano con un apendice negrusco en la uña crecida del dedo pequeño.
El hombre sudoroso, todo él ahora sudoroso, sacó de un estuche de cuero colgado de su cintura, el que sonaba como miles de primos míos, a uno muy parecido a mí, pero más pequeño, lo puso en la mano del niño, en la mano del niño que no me tenía, y se fue.
El niño miró al más pequeño unos momentos, le dio unas vueltas sobre su palma y lo guardó en el bolsillo blanco transparente de donde habia sacado a mi primo. Me siguió mirando hasta que tuvo que bajar del bus.
"No la voy a gastar hasta que tenga una más nueva, ¡mira cómo brilla!" Le dijo a otro niño haciendo reflejar al sol sobre mí. El otro niño me miraba embelezado. "Yo tenía un ferro que tambien brillaba, pero nunca una luca ¡qué chevere!"
Un niño grueso los miraba desde una banca al medio del patio, sonrió al verme brillar, el lunar al lado de su boca se torno malevolo, se paró, corrió hasta los niños y tomó su pequeña mano entre su mano sudorosa. "¡Dame!" gritó.
El niño gordo me puso en su negra mano sudorosa, me daba vueltas sobre su palma, luego me metió en un bolsillo negro, en su pantalón, mientras se alejaba del niño que lloraba en el suelo. El amigo del ferro brillante lo consoló hasta que la campana sonó.
Durante horas estuve metido en el sudoroso bolsillo del niño, podía sentir el calor de sus piernas en mi, podia sentir como se iba mojando todo al rededor mientras el tiempo pasaba, mientras el niño escuchaba clase, mientras jugaba fútbol, mientras le pegaba a otros niños.
Al momento que la campana sonó el niño grueso me sacó de su bolsillo, me miró sorprendido y se acerco al niño de la mano amarilla. "Ya no brilla, toma tu moneda, ya no la quiero". El niño de la mano amarilla me comenzó a dar vueltas sobre su palma mientras lloraba, triste, furioso.
Cerró su mano sobre mi y me lanzó con todas sus fuerzas, caí en la pista y rebote, una, dos, tres veces, entonces me quede ahí, inerte, ahora amarillo, sin poder reflejar el sol para que alguien me viera y m recoja, el sudor del niño grueso me había hecho invisible.
Durante días los autos pasaban sobre mí, me aplastaban, me arrastraban poco a poco, me sentia cada vez más plano y más amplio. A veces me daban por un costado y me hacían saltar más cerca o más lejos de la acera, hasta que un buen día un bus me hizo saltar y caer en la vereda, rebote una, dos y tres veces otra vez, el piso duro de la vereda me hizo sonar metalicamente. Un niño que reía mientras pateaba una botella, me escuchó rebotar y me recogió con una sonrisa en los labios.
Fue corriendo donde una señora que vendía unos tubos fríos y de colores. "Deme un marciano de fresa, seño", dijo en niño. Me puso en la mano de la señora mientras mientras con la otra mano recibía un tubo rosa.
La señora me dió vueltas en su palma arrugada sin soltar el tubo, llamado marciano. "Lo siento papito", dijo la señora mientras me devolvía al niño y le quitaba al niño el tal marciano, "esa moneda no sirve ni para llamar por teléfono, trata de pasarla en otro lado".
Escrito por una moneda que tampoco sirvió para comprar un café
domingo, 6 de enero de 2008
observando, un poco mas adentro
cuando subió al bus no se imagino que la venia observando desde cuadra antes
la observe porque debía observarla, porque cuando estoy en el bus y estoy parado, lo que hago es observar
al pasar una cuadra se dio cuenta que la estaba observando
en un principio temió, o pareció temerme
luego miro con curiosidad
esperó la reacción normal de un observador furtivo, que desvíe la mirada
no le di tal satisfacción
volvió entonces a temer, no sin perder la curiosidad
debe ser un enfermo, pensó
no tiene pinta de enfermo, luego
talvez poco a poco se puso a pensar en algo un poco más elaborado, ya que cada cierto tiempo se volteaba a ver si es que aun seguía mirándola
talvez pensó algo como, puede que quiera hablarme pero sea muy tímido
o como, puede que le parezca tan bonita que por mas que quiere no puede dejar de verme
o entonces, puede que me conozca de algún lugar, o que se le haga conocida, claro, que me parezca a alguien a quien el conoce pero no esta seguro entonces no se acerca a preguntarme
pensó entonces, o puede ser un poco de todo, talvez le gusto porque le recuerdo a alguien que conoce, de repente a su ex o a alguna chica que no le dio bola, además es tímido entonces no se atreve a decírmelo de buenas a primeras, pero le recuerdo tanto a alguien que le gusta que por eso no puede dejar de mirarme.
es tarde, talvez nos quedemos solos en el bus, si es así espero que no sea un enfermo, espero que se atreva a hablarme, que me cuente de la chica que no le dio bola, tiene cara triste, debe ser una historia interesante, yo también tengo una historia interesante, podríamos compartir las historias, puede que no se me acerque porque cree que tengo enamorado, me gustaría contarle que estoy sola, como posiblemente él también lo este, que no sea tan tímido, que podemos hablar de muchas cosas si decide romper el hielo, hay mucha gente aún, seguro teme que le haga problemas, me gustaría poder decirle que no le haré problemas, que hable conmigo, que me gilee, aunque lo haga mal, no me importa, me siento muy sola, me siento tan sola que estoy pensando en este chico, que posiblemente es un raro que anda por ahí mirando chicas
pero este es un raro diferente, este me esta mirando a los ojos, como si tratara de saber lo que estoy pensando
me gustaría contarle sobre mi vida, me gustaría que no solo me mire sino que también me escuche, talvez él piensa lo mismo
se esta acerando, esta pasando por mi lado, me dice, disculpa, cruza, le dice al cobrador, bajo en el grifo, lo veo bajar, no se atrevió
cuando me bajé la miré desde la calle, ella me miró desde el bus que se alejaba
lo siento mucho, no pude quedarme hasta que le bus este vacío, pero no te preocupes, no había historias interesantes que contar, tan sólo estaba observando
Escrito por un observador empedernido, disculpen a las chicas que si se han pasado sustos por mi culpa
la observe porque debía observarla, porque cuando estoy en el bus y estoy parado, lo que hago es observar
al pasar una cuadra se dio cuenta que la estaba observando
en un principio temió, o pareció temerme
luego miro con curiosidad
esperó la reacción normal de un observador furtivo, que desvíe la mirada
no le di tal satisfacción
volvió entonces a temer, no sin perder la curiosidad
debe ser un enfermo, pensó
no tiene pinta de enfermo, luego
talvez poco a poco se puso a pensar en algo un poco más elaborado, ya que cada cierto tiempo se volteaba a ver si es que aun seguía mirándola
talvez pensó algo como, puede que quiera hablarme pero sea muy tímido
o como, puede que le parezca tan bonita que por mas que quiere no puede dejar de verme
o entonces, puede que me conozca de algún lugar, o que se le haga conocida, claro, que me parezca a alguien a quien el conoce pero no esta seguro entonces no se acerca a preguntarme
pensó entonces, o puede ser un poco de todo, talvez le gusto porque le recuerdo a alguien que conoce, de repente a su ex o a alguna chica que no le dio bola, además es tímido entonces no se atreve a decírmelo de buenas a primeras, pero le recuerdo tanto a alguien que le gusta que por eso no puede dejar de mirarme.
es tarde, talvez nos quedemos solos en el bus, si es así espero que no sea un enfermo, espero que se atreva a hablarme, que me cuente de la chica que no le dio bola, tiene cara triste, debe ser una historia interesante, yo también tengo una historia interesante, podríamos compartir las historias, puede que no se me acerque porque cree que tengo enamorado, me gustaría contarle que estoy sola, como posiblemente él también lo este, que no sea tan tímido, que podemos hablar de muchas cosas si decide romper el hielo, hay mucha gente aún, seguro teme que le haga problemas, me gustaría poder decirle que no le haré problemas, que hable conmigo, que me gilee, aunque lo haga mal, no me importa, me siento muy sola, me siento tan sola que estoy pensando en este chico, que posiblemente es un raro que anda por ahí mirando chicas
pero este es un raro diferente, este me esta mirando a los ojos, como si tratara de saber lo que estoy pensando
me gustaría contarle sobre mi vida, me gustaría que no solo me mire sino que también me escuche, talvez él piensa lo mismo
se esta acerando, esta pasando por mi lado, me dice, disculpa, cruza, le dice al cobrador, bajo en el grifo, lo veo bajar, no se atrevió
cuando me bajé la miré desde la calle, ella me miró desde el bus que se alejaba
lo siento mucho, no pude quedarme hasta que le bus este vacío, pero no te preocupes, no había historias interesantes que contar, tan sólo estaba observando
Escrito por un observador empedernido, disculpen a las chicas que si se han pasado sustos por mi culpa
jueves, 3 de enero de 2008
serotonium
Salgo al nuevo año con poco dinero y nauseas causadas por este serotonium mortal que me vuelven algo estupido, segun Fred ayuda y le creia, ahora lo se, el serotonium me desvive, me dicen y lo sé, el serotonium no me volvera quien no soy, las nauseas, el despertar, el dia, la diurnidad que no me deja perder mi nocturnidad, te quiero serotonium.
Le ganamos un poco de terreno al año, digerimos mucho de la no cinta(Scotch) y bailamos como nunca, ciertamente nunca antes, como un episodio maniaco indescriptible por mi ahora estado calmado, sin embargo el serotonium no afecta al alcohol, gracias serotonium, detestare si te metes en mi vida sexual, eso si, le paso a Martin Romaña y bueno, ya sabemos como quedo eso.
Sabina y Serrat cantan mientras esta tina se llena y sigo sin comprender como es que estoy tan temprano despierto, sigo creyendo que es el serotonium hablando por mi, poco a poco matando ese ser antiaccion; poco a poco matando un poco de el, para que luego Sabina me diga, desde sobre el agua que me cubrira,: "Lazaro, levantate y anda".
Me lentare, vendra la oveja y me hablara de todo, le hablare de todo, espero con ansias a malaria y/o aureliano, para poder revisar lo profundo del Everest, lo que será mi Everest.
Gustavo gime genialidades, Gustavo describe el cielo con su música, gracias Gustavo.
En sueños me separé de mis dientes, en sueños mis dientes salieron de mi boca ensangrentados y momificados, mi boca sangraba y pedia mis dientes de vuelta, deberia ir al dentista talvez pero los interpretes del destino dicen que he predicho una muerte, la muerte de alguien, quien dice que la muerte debe venir por mi? por alguien? talvez solo sea miedo, talvez solo sea un reflejo de lo mal que se sienten mis dientes, quien dice que el futuro no es perceptible, que el mundo esta limitado, talvez mi sueño signifique que alguien va a morir, talvez mi sueño tenga el poder de matar a alguien, quien es dueño de la pistola es quien puede predecir lamuerte de alguien?seran mis sueños un arma?
nonsense nonsese
dejemos de pensar en mundos
ayer aplaste un monquito despues que me pico, el mosquito tenia mi sangre y yo lo mate, talvez el haya despertado el poder fatidico de mis dientes, talvez el sueño sea otra forma en que el serotonium se apodera de mi
Le ganamos un poco de terreno al año, digerimos mucho de la no cinta(Scotch) y bailamos como nunca, ciertamente nunca antes, como un episodio maniaco indescriptible por mi ahora estado calmado, sin embargo el serotonium no afecta al alcohol, gracias serotonium, detestare si te metes en mi vida sexual, eso si, le paso a Martin Romaña y bueno, ya sabemos como quedo eso.
Sabina y Serrat cantan mientras esta tina se llena y sigo sin comprender como es que estoy tan temprano despierto, sigo creyendo que es el serotonium hablando por mi, poco a poco matando ese ser antiaccion; poco a poco matando un poco de el, para que luego Sabina me diga, desde sobre el agua que me cubrira,: "Lazaro, levantate y anda".
Me lentare, vendra la oveja y me hablara de todo, le hablare de todo, espero con ansias a malaria y/o aureliano, para poder revisar lo profundo del Everest, lo que será mi Everest.
Gustavo gime genialidades, Gustavo describe el cielo con su música, gracias Gustavo.
En sueños me separé de mis dientes, en sueños mis dientes salieron de mi boca ensangrentados y momificados, mi boca sangraba y pedia mis dientes de vuelta, deberia ir al dentista talvez pero los interpretes del destino dicen que he predicho una muerte, la muerte de alguien, quien dice que la muerte debe venir por mi? por alguien? talvez solo sea miedo, talvez solo sea un reflejo de lo mal que se sienten mis dientes, quien dice que el futuro no es perceptible, que el mundo esta limitado, talvez mi sueño signifique que alguien va a morir, talvez mi sueño tenga el poder de matar a alguien, quien es dueño de la pistola es quien puede predecir lamuerte de alguien?seran mis sueños un arma?
nonsense nonsese
dejemos de pensar en mundos
ayer aplaste un monquito despues que me pico, el mosquito tenia mi sangre y yo lo mate, talvez el haya despertado el poder fatidico de mis dientes, talvez el sueño sea otra forma en que el serotonium se apodera de mi
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